El Puente de Mahoma, paso horizontal de 40 metros de longitud y con una verticalidad considerable a ambos lados, separa la cima de la antecima. Es, además, la última dificultad que tendremos que superar antes de llegar al Aneto.
Albert de Franqueville, uno de los primeros hombres en hacer cima en el Aneto, fue quien bautizó con este nombre a esta parte de la montaña: “Más fino que un cabello y más afilado que un sable”, así es el puente de Mahoma según la leyenda: la entrada al Paraíso, a la cumbre del Aneto, para los ojos de Franqueville.
Los factores por los que este paso tiene peligro son:
- La verticalidad a ambos lados del paso y la inevitable sensación de vértigo. Una caída es mortal.
- En algunos tramos es necesario usar las manos para avanzar.
- La posible densidad de personas cruzando el paso. Todos los montañeros que ascienden al Aneto deben cruzar este paso dos veces: para ir y para regresar. Hay puntos en el Puente de Mahoma donde dos personas no se pueden cruzar. Sé paciente.
- La posible presencia de agua, hielo y nieve, que pueden hacer resbaladizo el paso.
- La vulnerabilidad a la caída de rayos en caso de tormenta.
Por estas razones, no hay que realizar este tramo de la ascensión si no se está totalmente seguro, ni obligar a nadie a pasar. El cansancio acumulado y los nervios son una mala combinación que pueden terminar en fatalidad.
¿Puedo asegurar el Puente de Mahoma con una cuerda?
En caso de que lleves arnés, material duro y cuerda puedes asegurar el paso, pero recuerda que son maniobras que deben realizarse con la técnica correcta. Si no lo tienes claro, valora la posibilidad de que te acompañe un guía profesional, que gestionará el paso con garantías.
Hacer cima no es lo más importante, lo importante es regresar sanos habiendo disfrutado de la actividad. Si llegado el caso dudas en el Puente de Mahoma… ¡disfruta de la antecima!. No te compliques por unos metros más o menos de ascensión.
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